La importancia de la escritura - Semana 2
5/02/2025
Jueves 30 de enero: En la segunda clase de Investigación Social, llegué a la clase diez minutos antes de las siete. Esperaba que el puesto de atrás no estuviera ocupado, ya que tenía que cargar mi computador para poder tomar notas durante la clase.
Al comenzar la clase, el profesor llamó la lista, lo cual no tomó más de dos minutos. Después, anunció que si no teníamos computador o un dispositivo electrónico, tendríamos que ir a buscar uno, por el hecho de que serían requeridos durante la clase. En ese momento, me asusté un poco al pensar que de pronto tendríamos un quiz o algún tipo de evaluación virtual del cual no me había enterado. Sin embargo, luego explicó que el propósito del computador era poder seguir la lectura de las bitácoras.
A continuación, explicó la dinámica de la primera hora, que consistía en leer las
bitácoras correspondientes a la clase. Algo que me pareció muy interesante fue la dinámica con la cual se iba a ejecutar la lectura. Esta se llama "pop corn", y consiste en que una persona comienza leyendo y, cuando llega a un punto, dice “pop corn” y el nombre de la siguiente persona que quiere que lea.
Cuando dijo que íbamos a leer tres bitácoras, sentí un poco de temor al pensar que podría escoger la mía. Yo no quería que fuera leída enfrente de todos mis compañeros porque no estaba muy segura de si la manera en que la escribí era el formato correcto. Además, escribí unas emociones muy personales sobre lo que sentía en clase.
Antes de comenzar la lectura, el profesor explicó que las personas que estuvieran dispuestas a postular su bitácora para ser leída frente a la clase tendrían puntos extra. En ese momento, recordé que algunos de mis compañeros, que ya habían tenido clase con el profesor, me habían dicho que podía postular mi bitácora para que fuera leída por mis compañeros y obtener una bonificación. En realidad, pensé que no era verdad, ya que hay profesores que hacen distintas actividades para sus diferentes clases, pero estaba en lo incorrecto. Algo que tuve que haber previsto desde la primera clase, cuando repitió el juego del reloj.
Así fue como el profesor preguntó a la clase si había alguna persona que quisiera que se leyera su bitácora. Dos chicas levantaron la mano, y el profesor, reconociendo sus caras, dijo que ellas querían participar, demostrando que ya sabía de la bonificación. Luego, indicó que era hora de abrir nuestros correos para recibir la bitácora que íbamos a leer. También advirtió que teníamos que seguir la lectura, puesto que si algún compañero decía "popcorn" y el nombre de alguien, y esa persona preguntaba dónde estábamos, tendríamos que traer un paquete de gomitas para todos los del salón la siguiente clase.
En ese sentido, una compañera comenzó a leer la primera bitácora de la clase. Ella leyó hasta el primer punto del párrafo, pero el profesor le indicó que leyera un poco más, al menos la mitad del párrafo. Así fue como la chica avanzó más y, al llegar al siguiente punto, dijo "popcorn" y el nombre de otra compañera. Durante la lectura de la primera bitácora, todo transcurrió con fluidez: las personas leían hasta cierto punto y decían la palabra “popcorn” y el nombre de la persona a la cual querían que leyeran.
En ese momento, estaba concentrada en la lectura por si en algún momento me tocaba leer. Al finalizar la lectura, el profesor nos preguntó qué pensábamos sobre el escrito de la chica. Algunas personas participaron y dieron su opinión sobre sus pensamientos durante la lectura.
Algo que me llamó mucho la atención, y en lo cual pensé durante la lectura de la bitácora, fue lo distinto que se perciben los momentos y cómo estos cambian de perspectiva dependiendo de cada persona. En mi ignorancia, pensé que todas las bitácoras iban a ser iguales, pero al leer ese primer trabajo me di cuenta de que, en realidad, lo único que tendríamos en común serían los hechos que tuvieron lugar en esa clase. Pero la percepción que se tiene de esa clase depende de cada uno de los estudiantes.
La segunda bitácora leída en clase fue escogida por el profesor, lo cual me causó un poco de ansiedad, ya que, mientras revisaba el correo en busca de su próxima "víctima", pasó por mi correo, pero no lo eligió, lo cual me permitió respirar un poco. De igual forma, también escogió a la persona para leer de primera, pero enfatizó que la persona que escribió la bitácora no podría ser escogida para leer su propio trabajo.
Al finalizar la lectura, el profesor le preguntó a la autora cómo se sentía mientras los demás leían su trabajo. Ella respondió que no era el mejor sentimiento del mundo, que sentía que estuvieran leyendo sus pensamientos íntimos y también se sentía un poco expuesta. A lo cual el profesor respondió que se sentía un poco como estar desnudo. Durante esa primera hora de clase, leímos otras dos o tres bitácoras más y pasamos a la segunda hora.
Yo pensé que la segunda hora trataría del nuevo tema, por lo tanto, creé un documento con el nombre de la clase y lo primero que escribí en la página fue "Primer corte" y la fecha de la clase. Posteriormente, el profesor dijo que las personas que habían tenido clase con él sabían la importancia de tomar notas, debido a que él las calificaba. En ese momento me preocupé un poco: mi sistema de tomar notas no es que sea el más ordenado y no es lo más fácil de entender.
Entonces pensé en la mala nota que podría sacar y en cómo me tendría que esforzar para poder obtener buenas notas.
El profesor preguntó si sabíamos la importancia de escribir y los beneficios que esto nos traería. En ese momento nadie respondió, y él comenzó a darnos los beneficios que trae la escritura para el ser humano. Me pareció muy asombroso, en realidad, todos los beneficios que trae la escritura, porque nunca me imaginé que una acción tan simple como lo es la escritura puede ayudarnos tanto en nuestra vida cotidiana. Con esto, el profesor nos dio a entender la razón detrás del ejercicio de bitácoras, lo cual generó que le tuviera un nuevo aprecio a este ejercicio.
En el transcurso de la clase, el profesor nos fue dando distintos quotes con su respectiva explicación y cómo algunas de estas se conectaban con la clase, lo cual me pareció algo demasiado chévere de cómo una simple acción como escribir y sus respectivos quotes se podían conectar con la clase. De igual manera, nos daba conceptos que yo nunca conocía, pero al aprender de ellos me parecieron muy interesantes.
Al final de la clase, tomó una dirección diferente, y se trató de contar un poco sobre historias de personas que publicaron cosas en internet sin pensar en el problema que les podría traer a futuro. Fue una de las mejores partes de la clase, sobre todo me hizo reír mucho el audio de la viejita grosera. Para finalizar la clase, nos explicaron cómo deberíamos subir las bitácoras a X para las siguientes clases. A mí no me gustó mucho porque yo soy una persona que, a pesar de haber nacido en la época de la tecnología, no sé mucho sobre su manejo.
- Susana Reyes Gaviria
Comentarios
Publicar un comentario