Nuevos Descubrimientos - Semana 3

 11/02/2025

Otra semana más y cada vez más cerca de los parciales. Esta era la única preocupación que rondaba en mi mente mientras me dirigía a clase. Al llegar, me senté en mi puesto habitual y me di cuenta de que no había mucha gente, lo que me pareció raro. Pensé que a la gente ya no le importaba, ya que en muchas clases solo asisten a las primeras sesiones y después no vuelven o faltan la mayor parte del semestre. Esto me parece algo malo, porque a la hora de los parciales no tendrán suficiente contenido para estudiar. Cinco minutos después, entró el profesor y pasó lista. Al finalizar, era tiempo de leer las bitácoras. Como en la última clase, preguntó quiénes se postulaban para leer la suya.


Lo que sucedió después me sorprendió demasiado: mi mano se levantó y el profesor dijo mi nombre. Fue una acción que no tenía planeada, porque había hecho un pacto conmigo misma de no proponer mi bitácora para ser leída. Al escuchar mi nombre, me sorprendí demasiado y empecé a sentir un hormigueo en el estómago. Mis manos comenzaron a temblar y a sudar un poco. Solo quería decirle al profesor que no, que me arrepentía de mi decisión. Además, estaba tratando de recordar las palabras que había puesto en mi escrito para saber si mis compañeros se sentirían incómodos al leerlo, o si había mencionado algo sobre alguna de mis interacciones. 


El profesor buscaba mi perfil de X, algo que me traía cada vez más impaciencia, pero al mismo tiempo más ansiedad. Me preguntó sobre mi perfil y cuál era el usuario, a lo cual yo respondí "Susana Reyes"; en realidad, ese no era, pero estaba tan nerviosa que no podía pensar bien. Al no poder encontrar mi perfil, el profesor dijo: "Yo sé que está por acá porque yo te respondí que cambiaras el nombre y tienes una foto de Dayro Moreno", a lo cual solo pude reírme como el resto de mis compañeros. La foto de perfil no la puse yo, me la puso un amigo que me ayudó. Al encontrar mi perfil, mis compañeros comenzaron a leer mi trabajo. En ese momento me sentía muy incómoda, no sabía qué hacer, quería salirme de ese momento, irme a otra parte, pero solo sabía que no quería estar ahí. Mientras escribo, mi cuerpo recuerda ese momento muy bien, estoy sintiendo lo mismo: una incomodidad que solo se puede expresar como querer salirse del cuerpo de uno mismo, desaparecer y no volver a mirar atrás. Ese sentimiento me transportó hacia el pasado, a mi último año de colegio, cuando me tocó presentar mi tesis de grado adelante de mis compañeros, mi asesora y mis padres. Ese sentimiento de no poder estar en control de tu propio cuerpo, de sentirte con un vacío en el estómago, no saber qué hacer con tus manos o hacia dónde dirigir la mirada, y de querer que se acabe lo antes posible, pero sentir que el tiempo pasa cada vez más y más lento.


Lo único que recuerdo es lo que me dijo mi mamá, y es que lo más difícil siempre va a ser tomar ese primer paso, y cómo este va a abrir muchas puertas. Y pues quiero decirles que es verdad, lo más duro fue tomar este primer paso para que lean mi trabajo más adelante, y cómo esto abrió la puerta para que esté más dispuesta a que en un futuro lean mi bitácora de nuevo. Al terminar, el profesor dijo que le gustaba mucho mi bitácora, que podía ver que era un trabajo hecho por mí y que había cosas por mejorar, las cuales espero que estén presentes en esta bitácora. Al terminar de hablar, dijo que me daría un "like" por arriesgarme. Esto me dio un momento de paz, ya que pensé que ese pequeño riesgo que tomé me trajo un regalo, y aunque a veces no todos los riesgos vengan con algo positivo, dejan algún aprendizaje para nosotros, ya sea bueno o malo.


Después de terminar de leer las bitácoras, se comenzó con el tema de la clase, el cual trataba de los dos enfoques de investigación: el cuantitativo y el cualitativo. La primera pregunta que hizo el profesor fue si sabíamos algo sobre sus características o de qué se trataban. Lo primero que pensé fue en el semestre pasado, cuando cursé una materia llamada Estadística. En el primer corte aprendimos sobre los enfoques de investigación, pero de manera más profunda, donde no solo aprendimos sobre sus características, sino también detalles más específicos, por ejemplo, si es cuantitativa de razón. Eso fue lo que se me vino a la mente al discutir las características. Después de que las personas terminaron de decir lo que sabían sobre los dos enfoques, el profesor preguntó si ya habíamos comenzado a leer las lecturas del parcial, ya que estas tenían contenido sobre las características de estos enfoques.


En ese momento, comencé a recordar el proceso que hice para poder memorizar los dos enfoques. Lo que hacía era identificar el principio de cada uno, ya que "cual" lo asociaba con cualidades y "cuan" con cantidades. Fue un truco que me ayudó mucho para poder aprobar el examen. Al terminar el profesor de explicar las diferencias, explicó el trabajo y cómo se tenía que realizar. Dijo que teníamos que hacer una presentación con 10 características sobre lo cuantitativo y lo cualitativo, con una foto que tratara de representar cada característica, ya que eso permitiría que recordáramos de manera más fácil las características.


Al comenzar, todos ya estaban en parejas, menos yo. Al ver el profesor que estaba sola, me puso con dos compañeros que estaban al frente mío. Cuando comenzamos, uno de ellos tomó el mando y repartió los roles, los cuales consistían en que uno iba a buscar las características, la otra persona las fotos y yo la presentación. Lo primero que se me vino a la mente fue: "claro que yo fui escogida por ser mujer". Lo sé, es un poco estereotípico, ¿pero no creen que es lo que todos pensaríamos? Pero bueno, no le puse mucho problema ya que dije que no tomaría mucho tiempo, pero no fue así; en realidad, tomó más tiempo de lo esperado. Al terminar, una persona del grupo tenía que ir al tablero y escribir una característica y explicar qué significaba. Para escoger quién iba, la verdad yo no quería subir, ya que pensaba que no estaba lo suficientemente preparada para poder explicar. Estaba dudando de mí, algo que hago mucho y usualmente hace que no haga lo mejor. Para terminar la clase, hicimos un quiz. Mientras hacíamos el quiz, mis compañeros responden rápidamente. Me sentí un poco avergonzada porque algo de mí es que yo no soy capaz de leer tan rápido. Creo que es algo que siempre me ha agobiado y, ya que lo pienso, es la primera vez que he escrito sobre esto.


-Susana Reyes Gaviria


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